Robert Kiyosaki lo explicó con una frase sencilla: “Los ricos compran activos, los pobres compran pasivos.” Pero… ¿qué significa realmente eso?

Todos tenemos gastos y cosas que compramos, pero pocas veces pensamos si esas cosas nos dan dinero o nos lo quitan. Esa es la gran diferencia entre los ricos y los que solo trabajan por dinero.

Robert Kiyosaki, autor de Padre Rico, Padre Pobre, explicó que el secreto no está en cuánto ganas, sino en qué haces con lo que ganas.

Un activo es algo que pone dinero en tu bolsillo.
Un pasivo es algo que saca dinero de tu bolsillo.

Parece simple, pero cambia completamente la forma de pensar sobre el dinero.

Por ejemplo:
Imagina que compras una casa.

  • Si la vives tú, pagas la hipoteca, el mantenimiento y los servicios. Eso significa que te quita dinero: es un pasivo.

  • Pero si esa casa la rentas y cada mes te deja ganancias, se convierte en un activo.

La diferencia no está en el objeto, sino en cómo lo usas.

Por eso los ricos piensan diferente: no compran cosas solo por tenerlas, sino porque producen dinero o valor a largo plazo. Un auto de lujo puede ser un pasivo si solo lo manejas, pero puede ser un activo si lo usas para un negocio o promoción que te genera ingresos.

Pensar así te ayuda a construir tu libertad financiera.
Cada peso que ganas puede ser el inicio de un activo, como invertir, aprender una habilidad o crear algo que te pague con el tiempo.

La clave está en preguntarte siempre:
👉 “¿Esto me da dinero o me lo quita?”

Conclusión:

Ser rico no empieza en el banco, sino en la mente. Aprende a reconocer tus activos y a cuidar tus pasivos. Así tu dinero trabajará para ti, y no al revés.

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